Es en los tres primeros años de vida de todo individuo cuando se genera el mayor desarrollo intelectual, emocional y psicomotriz. Los espacios de formación preescolar, junto con los hogares, se convierten en los espacios más importantes para la construcción de cada uno de nosotros. Rodeado por un entorno adverso de ciudad y naturaleza, el proyecto se aísla de la “realidad” con muros de la piedra misma del sitio. Tras el umbral de los muros y alrededor de un patio central, los espacios intencionalmente abstractos sugieren la posibilidad de múltiples lecturas donde los niños puedan construir sus primeros mundos fantásticos. El gran ventanal y el resto de las conexiones con el exterior suceden únicamente en los espacios utilizados por adultos.

Diseño g3arquitectos Cálculo Estructural Grupo AMERISTEEL Fotografía Yoshihiro Koitani